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Title:
INTRAMEDULLARY DEVICE FOR PELVIC FRACTURES
Document Type and Number:
WIPO Patent Application WO/2023/078477
Kind Code:
A1
Abstract:
The present invention discloses an intramedullary rod in the percutaneous pubic ramus that relates to an intramedullary device corresponding to a pelvic rod (1); a fastening system (2) for fastening the pelvic rod (1); a curved handle (3); screws (4) of the fastening system (2); a guide channel for at least one locking screw (5); and a fastening screw (6) for fastening the pelvic rod (1).

Inventors:
SALAZAR HERNANDEZ ESTEBAN (CR)
Application Number:
PCT/CR2021/050002
Publication Date:
May 11, 2023
Filing Date:
November 08, 2021
Export Citation:
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Assignee:
SALAZAR HERNANDEZ ESTEBAN (CR)
International Classes:
A61B17/56; A61B17/68; A61B17/72
Domestic Patent References:
WO2020176404A12020-09-03
Foreign References:
EP2579793A12013-04-17
US20160030028A12016-02-04
EP3016603B12019-02-20
US20190117273A12019-04-25
Attorney, Agent or Firm:
ARTAVIA VASQUEZ, Beatriz (CR)
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Claims:
REIVINDICACIONES Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis y su método de uso, que comprende un dispositivo de clavo pélvico (1) con un diámetro de 3 mm a 7 mm en su base y de 2 mm a 5 mm en su cuerpo, con un agujero a 10±3 mm de la base vertical con una inclinación respecto al eje transversal y longitudinal de 6° a 15°, cuyo material es biocompatible; un sistema de sujeción del clavo (2) con un orificio pasante a una altura de 5 mm a 15 mm de acero inoxidable u otro material equivalente en propiedades mecánicas; un mango curvo (3) que contiene dos orificios que coinciden con el ángulo del agujero del clavo pélvico (1), donde el primer orificio se encuentra de 10° a 20° , el segundo orificio se encuentra de - 20° a -10°, los cuales permiten insertar el clavo pélvico (1) , donde cada orificio tiene un diámetro de 3 mm a 15 mm, donde su ángulo de curvatura es de 40° a 80°, cuyo material es equivalente en propiedades mecánicas al Nylon 66, que sea apto para su ingreso a una sala de operaciones, esterilizable y reutilizable; tornillos del sistema de sujeción, hexagonales de cabeza de redonda (4) que permite retener el sistema de fijación (2) al mango, donde su material es un material inoxidable, apto para su ingreso a salas de operaciones, esterilizable y reutilizable; un canal guía para tornillo de bloqueo (5) que se debe insertar por los agujeros correspondientes del mango según la posición del tornillo y sirve de guía para ubicar el agujero del clavo al insertar el tornillo de bloqueo, de material inoxidable, apto para su ingreso a salas de operaciones, esterilizable y reutilizable; un tornillo de sujeción (6) del clavo al sistema de sujeción (2) cuyo largo es de 30 mm a 80 mm y es de material inoxidable, apto para su ingreso a salas de operaciones, esterilizable y reutilizable; y su método de uso. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, donde el dispositivo de clavo pélvico (1) comprende una forma redondeada con un largo de 110 mm un diámetro mayor de 5mm y uno menor de 3mm, cuya punta es roma. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, donde el dispositivo de clavo pélvico (1) comprende un agujero de 10 mm, que permite insertar el tornillo de bloqueo en un ángulo de 10° y -10°.

4. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, caracterizado porque el dispositivo de clavo pélvico (1) es de titanio, acero quirúrgico o de cualquier otro material biocompatible.

5. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, donde el sistema de sujeción del calvo (2) comprende un orificio pasante, roscado en su pate proximal, cuya altura es de 30 mm a 80 mm.

6. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, donde el mango curvo (3) comprende un radio 90 mm a 150 mm, con un ángulo de curvatura de al menos 60 grados, con un radio de curvatura en sus bordes de 100 mm a 130 mm y un ancho de 5 mm a 15 mm.

7. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicaciones 1 y 6, donde el mango curvo (3) comprende dos agujeros a 10 y -10 grados que coinciden en ángulo con el agujero del clavo pélvico (1).

8. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1 a 7, caracterizado porque el mango curvo (3) es de Nylon 66 u otro material equivalente en propiedades mecánicas, que sea apto para su ingreso a salas de operaciones, esterilizable y reutilizable.

9. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, donde los tornillos del sistema de sujeción (4) comprende una cabeza redondeada hexagonal MX5xlO que permite retener el sistema de fijación (2).

10. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 1, donde el tornillo de sujeción del clavo (6) comprende un tornillo M3.5 que permite la sujeción del clavo (1) al sistema de fijación (2).

11. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicaciones 1 y 10, caracterizado porque el tornillo de sujeción (6) es de un largo de al menos 54 mm.

12. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicaciones 1, 10 y 11, caracterizado porque el tornillo de sujeción (6) es de acero inoxidable.

13. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, que comprende un canal guía para tornillo de bloqueo (5) que cuenta con un canal de material inoxidable que se debe insertar por los agujeros correspondientes del mango (3) según la posición del tornillo (4) y sirve de guía para ubicar el agujero del clavo (1) para poder insertar el tornillo de bloqueo (4).

14. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicación 13, caracterizado porque el canal de guía para tornillo de bloqueo es de acero inoxidable.

15. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según reivindicaciones 1 a 14, caracterizado porque su instalación en el paciente se realiza con ayuda de imágenes de la pelvis y una sonda; y requiere que el paciente se coloque en una posición específica, realizar una disección, perforar la tabla anterior y medial del cuerpo de la pelvis, perforar el agujero con broca, y cerrar la incisión después de la instalación del dispositivo.

16. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según la reivindicación 15, caracterizado porque las imágenes guía son imágenes radiológicas.

17. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según la reivindicación 15, caracterizado porque se utiliza una sonda Foley con control fluoroscópico con mesa radiolúcida.

18. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según la reivindicación 15, caracterizado porque el paciente se coloca en posición supina en línea media sobre la sínfisis vertical de aproximadamente 1.5 cm.

19. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según la reivindicación 15, donde la disección comprende una pinza en forma roma o con tijera de disección hasta llegar al cuerpo del pubis.

20. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según las reivindicaciones 15 a 19, caracterizado porque se perfora la tabla anterior y medial del cuerpo del pubis con la unidad del punzón cortical de 6,1 mm. Se introduce la rima rígida (de 3,1 mm - 3,7 mm) propia del equipo, intentando hacer espacio a través del canal medular de la rama iliopúbica y en dirección supra acetabular, donde se moldea con las grifas, antes de introducir el dispositivo para que su forma sea más anatómica y facilite su entrada. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según las reivindicaciones 15 a 20, caracterizado porque se perfora el agujero de bloqueo con un broca de 2 mm a 3 mm y luego se coloca el tornillo de 3,5 mm según la visualization fluoroscópica de la rama iliopúbica, repitiéndose varias veces hasta dar con la forma correcta del canal medular. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según las reivindicaciones 15 a 21, caracterizado porque se ensambla el clavo con la base de orientación de la barra medular (ms-0620), se introduce el clavo endomedular a través del canal medular de la rama púbica, utilizando simultáneamente las imágenes radiológicas inlet y outlet oblicua para tener las dos orientaciones, guiado con fluoroscopia se enhebran los otros segmentos de la fractura y se termina de introducir el clavo, corroborando siempre en ambas proyecciones, para asegurar su adecuada colocación. Dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis, según las reivindicaciones 15 a 22, caracterizado porque se confirma la colocación adecuada del clavo intramedular y la correcta alineación de la fractura por medio de fluoroscopia, donde se cierran las pequeñas incisiones realizadas con sutura o con grapas.

Description:
DISPOSITIVO INTRAMEDULAR PARA LAS FRACTURAS DE PELVIS

CAMPO TÉCNICO

La solicitud se refiere a dispositivos, instrumentos y procedimientos quirúrgicos, exactamente, implante percutáneo para la osteosíntesis de fracturas de pelvis.

ANTECEDENTES

Las fracturas del marco anterior de la pelvis están asociadas a un trauma de alto impacto y se presentan con frecuencia en adultos jóvenes. Estas fracturas limitan la movilidad del paciente, dificultan su pronta recuperación y presentan el riesgo de desplazamiento de la fractura en caso de iniciar rehabilitación de forma prematura. Lo primordial en el tratamiento quirúrgico es lograr una construcción estable, por lo que es válido explorar opciones de fijación alternativa, que permitan una reducción y estabilización aceptable de la superficie articular disminuyendo la invasividad del acto quirúrgico.

La pelvis es un anillo óseo y ligamentoso que comprende el sacro en la parte posterior y los dos huesos innominados, compuestos por el ilion, el isquion y el pubis. Sirve para conectar y transferir cargas entre el esqueleto axial y las extremidades inferiores. La geometría anatómica de la pelvis ósea es inherentemente inestable y, por tanto, la integridad del anillo pélvico depende de la estabilización de las estructuras ligamentosas. La sínfisis del pubis es anterior a la vejiga y la uretra, mientras que el recto está inmediatamente anterior al sacro. Cuando se libera la fuerza significativa necesaria para fracturar la pelvis, estas estructuras adyacentes están en riesgo.

La fractura del anillo pélvico es una lesión común con morbilidad y mortalidad significativa. Las fracturas aisladas de la rama púbica suelen ser estables y pueden tratarse de forma conservadora. Sin embargo, debido a la rigidez del anillo pélvico, una fractura de la rama púbica a menudo se asocia con una fractura en un segundo punto de la pelvis, lo que causa inestabilidad potencial. La gravedad puede variar desde una lesión menor, que causa dolor y limitación, hasta una lesión de alta energía, que causa la muerte prehospitalaria. La razón principal del riesgo elevado de muerte después de la rotura del anillo pélvico es la posibilidad de hemorragia relacionada con la fractura por lesión directa de la vasculatura adyacente (venosa y arterial) por fragmentos óseos, rotura de los vasos por fuerzas de cizallamiento y hemorragia de las superficies óseas. En el caso de afección adicional e interrupción del anillo pélvico posterior o una dislocación sustancial de una fractura aislada de la rama púbica, está indicado el tratamiento quirúrgico. El tratamiento no quirúrgico puede provocar luxación, lesiones de los órganos internos y pseudoartrosis. La falta de consolidación de una fractura de la rama púbica puede causar dolor crónico e inmovilización del paciente.

A inicios de 1960 los hermanos Judet y Letournel describieron la metodología de reconstrucción anatómica del acetábulo y estabilización del anillo pélvico, y desde entonces, la reducción abierta y la fijación interna se han convertido en el estándar para el tratamiento de estas lesiones, sobre todo aquellas con un desplazamiento mayor a 2 mm o con afectación a la superficie de carga de la cadera. Generalmente se reportan muy buenos resultados con esta técnica, sin embargo, la complejidad anatómica del área, las estructuras intrapélvicas, y la dificultad de la reconstrucción anatómica hacen que el procedimiento quirúrgico definitivo de la fijación interna sea desafiante, con abordajes muy extensos que pueden producir una lesión mayor que el mismo trauma inicial.

El avance en la comprensión de la anatomía, las líneas radiográficas y los mecanismos de lesión, han permitido el uso cada vez mayor de la fijación percutánea del acetábulo; que es un procedimiento mínimamente invasivo, con menos complicaciones en comparación con los procedimientos abiertos. Routt y Starr fueron los pioneros en la técnica de fijación percutánea con tornillos para fracturas acetabulares. Se requieren las mismas imágenes estándar AP lateral, entrada, salida y oblicuas. La reducción cerrada temprana realizada en forma precisa, ayuda a una fijación estable, y es el tratamiento ideal para rupturas del anillo pélvico, especialmente en poli traumatizados, con el beneficio de que la pérdida sanguínea se reduce significativamente, así como también pacientes que tienen algún tipo de neoplasia adyacente, como fracturas patológicas o que presentan alguna alteración de los tejidos blandos como heridas expuestas, celulitis o aquellas en que se anticipa el riesgo de infección. Además, al ser una técnica mínimamente invasiva, puede evitar complicaciones asociadas a otras opciones de tratamiento, como la lesión neurovascular iatrogénica y las complicaciones de la herida.

Si bien es cierto, los dispositivos utilizados en operaciones ortopédicas han ¡do evolucionando, también, el método quirúrgico ha avanzado a través del tiempo; es importante señalar que existen documentos que señalan dispositivos percutáneos para las operaciones ortopédicas y métodos poco invasivos para el paciente. El documento estadounidense, cuyo número de aplicación es 15/957,531 del 19 de abril de 2018, se refiere a un procedimiento y aparato médico para estabilizar la articulación sacroilíaca, con el fin de realizar una colocación profunda de sustancias óseas en la articulación con aloinjerto, autoinjerto u otros materiales de fusión ósea, reduciendo así los riesgos de pseudoartrosis y otras complicaciones. Asimismo, se encuentra el documento europeo, cuyo número de aplicación es EP14820661 de fecha 2 de julio de 2014, donde su finalidad es la fijación ósea que incluye métodos, aparatos y kits para dirigir un extremo delantero de un sujetador dentro del hueso. En algunas realizaciones, el sistema puede incluir (a) un sujetador flexible que tiene una rosca externa, y (b) una guía que incluye un mango unido o acoplable a un alambre que tiene una porción de extremo distal con una curvatura longitudinal preformada en una dirección indicada por la manija. El alambre puede extenderse a través del sujetador y configurarse para avanzar longitudinalmente, mientras se extiende a través del sujetador, de modo que la parte del extremo distal del alambre penetra en el hueso por delante de un extremo delantero del sujetador y crea una trayectoria de recorrido curvada para el extremo delantero del sujetador. Además, se encuentra en el estado del arte la solicitud china, número de aplicación 201510360787.7 de fecha 26 de junio de 2015, cuya finalidad es un dispositivo de fijación intramedular mínimamente invasivo para fracturas pélvicas que se utiliza para la reducción intramedular y la fijación de fracturas pélvicas. La solución técnica es diseñar el túnel pélvico intramedular de antemano bajo la reconstrucción tridimensional de la TC pélvica para hacer el alambre guía y la vaina guía de acuerdo con la curvatura del túnel pélvico intramedular, y perforar con un taladro suave bajo la guía. En el túnel intramedular pélvico, el clavo intramedular en forma de arco se inserta en el túnel intramedular pélvico a lo largo del cable guía, y el clavo intramedular en forma de arco se conecta firmemente a la pelvis con un tornillo de fijación. Después de que la fractura ha sanado, se hace una abertura en la tuberosidad púbica y se extrae la médula en forma de arco.

En cuanto a los métodos quirúrgicos, dirigidos a los ortopédicos, se encuentra el documento estadounidense, cuyo número de aplicación es 16/594,723 del 7 de octubre de 2019, el mismo proporciona un sistema y un método para analizar y / o realizar cálculos con precisión y eficacia en imágenes de características anatómicas y / o implantes tales como dispositivos protésicos durante la cirugía. Propiamente a las cirugías de fracturas de pelvis, el estado del arte nos brinda información en cuanto a sus métodos quirúrgicos, como lo es la solicitud rusa, cuyo número de aplicación es 2017138556 del 7 de noviembre de 2017, la cual consiste en un método quirúrgico mínimamente invasivo de fracturas de los huesos anteriores del semi-anillo pélvico que consiste en utilizar placas conductoras y de fijación correspondientes a la fractura de la mitad izquierda o derecha del semi-anillo pélvico anterior, donde el conductor está hecho en forma de tubos superior e inferior, que se fijan en paralelo por uno de los extremos del cuerpo, en el que el tubo superior es fijo no desmontable y el tubo inferior se fija mediante tornillos, en el que las caras de los extremos de los otros extremos de ambos tubos están cortados por un plano inclinado a sus ejes en un ángulo de 45°, que está adaptado para mover axialmente libremente la cabeza del tornillo autorroscante a través de él, el bloqueo del collar está equipado con una bola cargada por resorte, conjugada con una ranura circular en el tubo conductor cuando se fija el implante de metal con la empuñadura en forma de U, en el que una de las secciones de la empuñadura en forma de U está provista de un limitador óseo configurado para proporcionar una posición de trabajo del conductor con respecto al borde superior del semianillo pélvico anterior. Asimismo, la placa de fijación se guía periódicamente hacia el interior de la cavidad pélvica con el conductor, deslizando el limitador óseo a lo largo de la línea terminal hasta que coincida con el margen acetabular proximal y la parte media de la parte distal de la placa de fijación coincida con la mitad del pubis. A través del adaptador desmontable en uno de los dos tubos, se realiza una fijación temporal de dicha placa de fijación con una clavija de 2,5 mm de diámetro y se realiza el control radiológico intraoperatorio final de la posición de la placa de fijación con respecto al semi-anillo pélvico anterior. La placa de fijación está doblada bajo la anatomía del semi-anillo pélvico anterior en un ángulo de 90° entre las partes de la placa de fijación, donde la parte distal de la placa de fijación está formada en forma de arco con la disposición de dos grupos; agujeros de fijación en grupos de tres en un grupo con dos pares de secciones debilitadas entre ellos a lo largo del arco. El limitador óseo se coloca en el plano superior del hueso púbico dañado bajo el control EOC. El canal está formado por la broca en el hueso a través del orificio en la parte distal de la placa de fijación en un ángulo predeterminado de 45° con respecto a esta última. El taladro y el adaptador desmontable se retiran del tubo a través del cual se enrosca un tornillo autorroscante de 3,5 mm en el orificio de la placa de fijación con un destornillador, luego se fija el extremo distal de la placa a través de uno de los orificios, que están más cerca de la sínfisis púbica con un tornillo autorroscante de 3,5 mm de la longitud adecuada a través del cuerpo hasta la rama inferior del hueso púbico después de la formación preliminar del orificio mediante una broca de 2,5 mm utilizando la técnica quirúrgica de "brazo libre". El pasador de fijación se retira del adaptador de tubo desmontable y se forma un orificio en el hueso a través del mismo adaptador con la broca en un ángulo especificado de 45 ° con respecto a la placa de fijación. La parte distal de la placa de fijación se fija mediante tornillos autorroscantes a través de los orificios restantes al menos dos tornillos en cada hueso púbico. La placa de fijación se suelta del conductor, que se retira de la herida quirúrgica. Simplificando la cirugía y reduce las lesiones.

Por tanto es importante tener un dispositivo exclusivo en las fracturas de pelvis, así como un método quirúrgico que sea lo menos invasivo para el paciente como una pronta recuperación. DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA INVENCIÓN

Como cualquier técnica quirúrgica ortopédica, como el caso de la pelvis, es común que se utilizan utensilios exclusivos para dicho cuerpo óseo y las post-operaciones generan dolores y la recuperación es lenta. Por ello, esta invención detalla un nuevo dispositivo, exclusivo para la quebradura pélvica y una nueva técnica quirúrgica en el manejo de las fracturas del marco anterior de la pelvis, utilizando un clavo intramedular en la rama púbica de forma percutánea guiado por fluoroscopia.

La presente invención, se refiere a un dispositivo que corresponde un pin pélvico (1); un sistema de sujeción del clavo pélvico (2); un mango (3); tornillos del sistema de sujeción (4); un canal guía para el tornillo de bloqueo (5); y un tornillo de sujeción del clavo (6).

El pin pélvico es tipo clavo (1) el cual comprende una forma redonda de 80 mm a 120 mm de largo, un diámetro mayor de 3 mm a 7 mm (base) y uno menor 2 mm a 5 mm (Cuerpo). El clavo cuenta con un agujero transversal al eje longitudinal a 10±3 mm de la base, con un diámetro de 3 mm a 5 mm, el cual permite insertar el tornillo de bloqueo en los ángulos 15°±5° y -15°±5° con respecto al plano transversal. Adicional el clavo presenta una ligera inclinación respecto al eje transversal y longitudinal de 0° a 15°. El clavo es de titanio, acero quirúrgico o cualquier material equivalente en propiedades mecánicas y que sea biocompatible.

El sistema de sujeción del clavo pélvico (2) tiene una altura es de 30 mm a 80 mm, cuya función principal es sujetar el clavo pélvico al mango curvo durante la operación, con un orificio pasante a una altura de 5 mm a 15 mm cuyo material es de acero inoxidable u otro material equivalente en propiedades mecánicas.

El mango curvo (3) tiene un radio de 90 mm a 160 mm, un ancho de 5 mm a 30 mm y con radio de curvatura de 30° a 80°. Contiene dos agujeros que coinciden en ángulo con el agujero del clavo pélvico (uno para insertar el tornillo de bloqueo a 15°±5° y otro para insértalo a -15°±5°), por donde se inserta el canal guía. El mango es de Nylon 66 u otro material equivalente en propiedades mecánicas, que sea apto para su ingreso a salas de operaciones, esterilizable y reutilizable.

Los tornillos del sistema de sujeción (4) son 2 tornillos hexagonales MX5xlO de cabeza redonda que permiten retener el sistema de sujeción (2) al mango, donde su material es acero inoxidable u otro material equivalente en propiedades mecánicas, apto para su ingreso a salas de operaciones, esterilizable y reutilizable. El canal guía para el tornillo de bloqueo (5) es un canal que se debe insertar por los agujeros del mango (2) según la posición del tornillo y sirve de guía para ubicar el agujero del clavo y poder insertar el tornillo de bloqueo. Donde su material es acero inoxidable u otro material equivalente en propiedades mecánicas, apto para su ingreso a salas de operaciones, esteri I iza ble y reutilizable.

El tornillo de sujeción del clavo (6) es un tornillo que sujeta el clavo al sistema de sujeción, es un tonillo M3.5 de 30 mm a 80 mm de largo. Es de acero inoxidable u otro material equivalente en propiedades mecánicas, apto para su ingreso a salas de operaciones, estéril izable y reutilizable.

Con lo cual se puede indicar que el sistema de clavo pélvico tiene 2 subsistemas que tienen diferentes propósitos y manejos:

• El clavo pélvico y el tornillo de bloqueo: es un dispositivo implantable.

• El sistema de sujeción del clavo y el mango: son dispositivos reusables que tienen un contacto directo con el paciente y deben ser esterilizados después de cada uso.

Asimismo, se detalla una nueva técnica para colocar clavos percutáneos de pelvis bajo guía de imágenes radiológicas, como una opción quirúrgica en caso de fracturas acetabulares estables mínimamente desplazadas, fracturas de la columna anterior, fracturas de la columna anterior combinada y fracturas de ramas.

Si bien es cierto, en pacientes jóvenes, la técnica puede limitarse a patrones simples de fractura, que en muchos casos se pueden reducir anatómicamente por métodos cerrados; sin embargo, pacientes de edad avanzada se benefician de este procedimiento percutáneo, por sus condiciones comórbidas o por el riesgo de un abordaje quirúrgico amplio; sin sacrificar la reducción articular, obteniendo alivio del dolor, rápida movilización y posibilidad de alta hospitalaria temprana.

Para una eficaz colocación del clavo percutáneo bloqueado de pelvis y acetábulo es necesario un conocimiento detallado de la anatomía involucrada, así como tener experiencia en el manejo de las imágenes de la pelvis y orientación tridimensional, por ejemplo, si el punto de ataque en forma retrogrado, en la trayectoria son muy caudales el paquete neurovascular obturador estaría en riesgo; y alternativamente, si es demasiado craneal, los vasos iliacos externos serían lesionados con este abordaje. La ventaja del clavo bloqueado de pelvis es su punta roma, produciendo menos daño y alteración de los tejidos blandos circundantes en caso de una falsa vía y es una forma segura de proteger los bordes óseos de perforaciones o rupturas de los corredores de seguridad durante la introducción de este. El techo acetabular también está en riesgo al colocar dispositivos percutáneos debido a que los canales de seguridad son estrechos, no son rectos y muchas veces tienen forma tortuosa, pero este tipo de clavo se puede adaptar a la anatomía de cada paciente.

A falta de un clavo específicamente diseñado como implante percutáneo para la osteosíntesis de fracturas de pelvis, se utiliza dicho dispositivo donde el uso de este implante y técnica disminuye el tiempo de cirugía y la injuria quirúrgica, ya que se puede evitar el abordaje de Stoppa o la ventana lateral del Ilioinguinal, y con solo el abordaje suprapúbico estabilizar el marco anterior con el clavo.

Dentro del procedimiento de dicho dispositivo en la fractura de pelvis, se utiliza una sonda Foley, control fluoroscópico, mesa radiolúcida, se viste la pierna para ser movilizada en flexión de cadera (en caso de ser necesario) y se rasura el área quirúrgica. Por ello, el paciente se coloca en posición supina, se realiza el abordaje percutáneo en línea media sobre la sínfisis vertical, de aproximadamente 1.5cm. Se realiza la disección con pinza en forma roma o con tijera de disección hasta llegar al cuerpo del pubis. Se perfora la tabla anterior y medial del cuerpo del pubis con la unidad del punzón cortical de 6.1mm. Se introduce la rima rígida (de 3.1mm - 3.7mm) propia del equipo, intentando hacer espacio a través del canal medular de la rama iliopúbica y en dirección supra acetabular. Se moldea con las grifas, antes de introducir el dispositivo para que su forma sea más anatómica y facilite su entrada. Este paso se modifica según la visualización fluoroscópica de la rama iliopúbica, repitiéndose varias veces hasta dar con la forma correcta del canal medular. Para esto se requiere identificar el tipo de pelvis y acetábulo del paciente con las imágenes prequirúrgicas las cuales son fundamentales en el planeamiento quirúrgico. Se ensambla el clavo con la base de orientación de la barra medular (ms-0620). Se introduce el clavo endomedular a través del canal medular de la rama púbica, utilizando simultáneamente las imágenes radiológicas inlet y outlet oblicua para tener las dos orientaciones. Guiado con fluoroscopia se enhebran los otros segmentos de la fractura y se termina de introducir el clavo, corroborando siempre en ambas proyecciones, para asegurar su adecuada colocación. Si es posible, se aplica el bloqueo; en pacientes delgados se puede aplicar el sistema de bloqueo al clavo. Este paso no es factible en pacientes obesos, dado que el exceso de masa corporal no permite la utilización del sistema de bloqueo. Otra opción es realizar el bloqueo a mano alzada con ambas proyecciones (inlet y outlet oblicua), bloqueando los agujeros de orientación antero posterior. Se perfora en el agujero de bloqueo con la broca de 2.8mm y luego se coloca el tornillo de 3.5 mm. En aquellos pacientes en que la inserción del clavo ha sido muy baja, existe el riesgo de que el canal inguinal se ubique justo en el sitio del sistema de bloqueo. Como solución a este inconveniente se puede realizar un mini abordaje para rechazar con una pinza roma las estructuras del canal inguinal; una vez protegidas las estructuras se realiza la perforación y colocación del tornillo de bloqueo. Se confirma la colocación adecuada del clavo intramedular y la correcta alineación de la fractura por medio de fluoroscopia. Se cierran las pequeñas incisiones realizadas, con sutura o con grapas.

Además, esta nueva técnica, tiene que tener en consideración los cuidados post-operatorios, los cuales son: los pacientes permanecen hospitalizados por una noche para el manejo del dolor y vigilancia de otras patologías o traumas. Los pacientes que presentan únicamente fractura del marco anterior; o fractura bilateral del marco anterior, sin fractura del marco posterior, pueden apoyar con muletas e iniciar terapia física al día siguiente de la cirugía. Los pacientes con fractura del marco anterior y sacro iliaco ipsilateral, o con fractura del marco posterior, no deben apoyarse por las siguientes 3 semanas. En los pacientes con otras fracturas o lesiones se debe diferir el apoyo según la condición del paciente.

Se operaron 21 pacientes utilizando la técnica descrita. Se analizaron las radiografías pre- quirúrgicas, trans-operatoria y en periodo post-operatorio de los pacientes del grupo en estudio. El post-operatorio valorado en el control de los pacientes fue a los 2, 3 y 6 meses post-operados. El 100% de los pacientes presentaron consolidación de fractura, sin evidencia de no unión o pseudoatrosis.

Los 21 pacientes tuvieron una evolución satisfactoria de las heridas quirúrgicas; sin reporte alguno de infección post-quirúrgica o sangrado. La muestra en su totalidad tuvo heridas cicatrizadas libres de complicaciones. El 94% de los pacientes revisados estaban consolidados radiológicamente a las 10 semanas de operados.

Se aplicó la escala funcional WOMAC, para 13 de estos pacientes (los demás pacientes no respondieron oportunamente para ser parte del estudio): 9 hombres y 4 mujeres, con edades entre 19 y 67 años. Los datos brindados se analizaron en tres variables: dolor, rigidez y dificultad funcional (gráfico 1). A menor valor mejor resultado.

En el gráfico 1, la dificultad funcional tiene una mayor variabilidad y alcanza puntajes mayores que el dolor o la rigidez. Dolor es la variable con resultados más satisfactorios.

La línea en medio de las cajas del gráfico equivale a la mediana, que quiere decir que, el 50% de las respuestas de los pacientes consultados se encuentran por encima de esa puntuación y el 50% se encuentran por debajo de esa puntuación. Con ello, dificultad funcional obtiene una mediana mayor con valor de 29, dolor tiene una mediana de 25 y rigidez tiene una mediana de

13. Los puntos que salen de las cajas dolor y rigidez, de acuerdo con la distribución de los datos se consideran valores extremos, es decir, valores muy diferentes al resto de las evaluaciones.

Según las variables de control reflejadas en el cuadro 1, el dolor, rigidez y la dificultad funcional es mayor en promedio para el género masculino. El dolor y rigidez son mayores en los pacientes de más de 50 años; mientras que presenta mayor dificultad funcional el grupo entre 35 a 49 años. Respecto a la variable días para la cirugía de osteosíntesis el grupo que se ubica en el rango de más de 10 días es el que presenta mayores niveles de dolor, rigidez y dificultad funcional en promedio. En la escala de 0 a 100, el promedio de dolor es de 29 (con valores entre 0 y 85) (Gráfico 2)

En cuanto a rigidez (gráfico 3) el promedio es de 22 (con valores entre 0 y 75).

El promedio de dificultad funcional es de 35 (con valores entre 0 y 97); siendo esta última variable la del resultado menos satisfactorio no solo por el promedio más alto, sino por la mayor variabilidad (gráfico 4).

En virtud a lo anterior, la técnica percutánea con uso del clavo intramedular es un instrumento más en el arsenal del manejo de las fracturas de pelvis. Provee beneficios estéticos, una recuperación temprana, mayor seguridad en la manipulación de las estructuras anatómicas durante el acto quirúrgico y evita la aparición de injurias. La implantación del clavo sobre el tornillo por ser romo, se considera un beneficio porque disminuye el riesgo de lesión de estructuras adyacentes en caso de una falsa vía. No se ha presentado ninguna complicación para reportar con el clavo intramedular en el grupo de pacientes operados, todo esto se respalda con los datos antes señalados.

En cuanto a la valoración del dolor, 54% de los pacientes indican tener poco dolor al estar sentados o tumbados o al andar por un terreno llano; 46% de los pacientes refieren no sentir ningún dolor al estar de pie y poco de noche en la cama. El 23% de los pacientes indican tener muchísimo dolor al subir escaleras, pero un 38% menciona sentir poco dolor al hacer la misma actividad.

Al mencionar rigidez, un 77% de los pacientes indican sentir poco o nada de rigidez después de despertarse por la mañana, y ese mismo porcentaje señala tener poco o nada de rigidez durante el resto del día después de estar sentado, tumbado o descansando.

En el apartado de dificultad funcional, las actividades con los mejores resultados (ninguna o poca dificultad) son estar sentado, y entrar y salir de la ducha (77%), seguido de hacer tareas domésticas, ya sea ligeras o pesadas. Estar tumbado en la cama, entrar y salir de un coche, ir de compras o estar de pie, todas con un 69% de los pacientes indican poco o ninguna dificultad. Las actividades en las que se refiere mucha o muchísima dificultad funcional son subir y bajar escaleras (46%); y quitarse las medias o calcetines (33%).

Es claro que el tratamiento de las fracturas de las lesiones pélvicas y acetabulares implica abordajes complejos con complicaciones significativas; sin embargo, ha ¡do experimentado una evolución gradual, con el objetivo de disminuir el reposo en cama, acelerar la movilización y el soporte de peso, especialmente en ancianos y lesionados múltiples. Los avances en la atención pre-hospitalaria, el manejo del sangrado y la intervención quirúrgica temprana han reducido la mortalidad y morbilidad de los pacientes.

Aunque en los últimos años se han realizado avances en el abordaje, métodos diagnósticos y técnica quirúrgica en cirugía pélvica; muchas veces los resultados en función no son los que esperamos, por lo que se debe seguir evolucionando en el tema. Por ello, esta invención contiene un nuevo dispositivo y técnica quirúrgica en el manejo de las fracturas del marco anterior, utilizando un clavo intramedular en la rama púbica de forma percutánea.

La técnica descrita brinda beneficios estéticos para el paciente, seguridad en la manipulación del implante durante el acto quirúrgico, evita las complicaciones de las técnicas quirúrgicas abiertas y permite la recuperación temprana. Además, es reproducible según sus indicaciones en un amplio grupo de pacientes. También se puede considerar la técnica como una opción en el espacio oncológico del marco anterior de la pelvis.

El desarrollo de un implante mucho más específico, propio para la rama supra púbica, que tenga las características anatómicas de la zona, permite reducir el tiempo quirúrgico, se facilita el introducir y disminuye aún más los riesgos quirúrgicos.

Importante señalar que la presente solicitud tiene diferencias importantes con los documentos del estado del arte; principalmente con el documento chino y ruso, ya que si bien el documento chino se refiere a un dispositivo de fijación intramedular mínimamente invasivo, el mismo indica que después de la cirugía se debe de retirar del paciente; en cambio con la presente invención, el clavo bloqueado de pelvis contiene punta roma, produciendo menos daño y alteración de los tejidos blandos circundantes en caso de una falsa vía y es una forma segura de proteger los bordes óseos de perforaciones o rupturas de los corredores de seguridad durante la introducción de este. Asimismo, es claro que cada vez que se coloca un dispositivo percutáneo está en riesgo por los canales de seguridad que son estrechos, no son rectos y tienen forma tortuosa; no obstante, el dispositivo de la presente solicitud, se adapta a la anatomía de cada paciente. En cuanto al documento ruso, el mismo se refiere al método quirúrgico con características de que el conductor está hecho de tubos, donde el tubo superior no es desmontable y el tubo inferior se atornilla, donde el pasador se retira del adaptador del tubo desmontable dejando un orificio hueco en el hueso en un ángulo de 45 9 , simplificando la cirugía; no obstante, la presente invención se diferencia con este documento ruso porque se refleja un nuevo método quirúrgico para colocar clavos percutáneos de pelvis bajo guía de rayos X, como una opción quirúrgica en caso de fracturas acetabulares estables mínimamente desplazadas, fracturas de la columna anterior, fracturas de la columna anterior combinada y fracturas de ramas.

BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS DIBUJOS

A continuación, se explican con más detalle las realizaciones preferidas de la invención con referencia a los dibujos en los que:

FIG. 1 es una imagen gráfica de vista frontal del clavo pélvico, donde se muestra los ángulos y medidas correctas junto al sistema de fijación de la varilla.

FIG. 2 es una imagen gráfica de vista frontal del sistema de sujeción del clavo pélvico, así como sus ángulos y medidas correctas.

FIG. 3 es una imagen gráfica de vista lateral del mango, así como su grado y sus medidas correspondientes.

FIG. 4 es una imagen gráfica de vista frontal del canal guía para el tornillo de bloqueo.

FIG. 5 es una imagen gráfica de vista frontal y superior del tornillo de sujeción.

FIG. 6 es una imagen gráfica completa del dispositivo intramedular para las fracturas de pelvis.