DESCRIPCIÓN OBJETO DE LA INVENCIÓN La presente invención se refiere a un sistema de entrenamiento concebido con el objeto de educar a cualquier jugador de fútbol para que actúe por la vía de los reflejos, es decir, un sistema de entrenamiento que posibilita que el jugador vaya desprendiéndose paulatinamente de su necesidad de pensar en el momento de ejecutar una acción, accediendo con ello a la facultad de tomar decisiones correctas en pensamiento-cero y, por lo tanto, en tiempo cero.

Por lo tanto, el sistema constituye una especie de simulador que se materializa en una portería complementada con determinados elementos, fundamentalmente con una pareja de detectores móviles, uno de los cuales actúa cuando el jugador se encuentra a una distancia determinada o incluso a distancia"cero"respecto del balón sobre el que va a impactar, mientras que el otro actúa en el momento del impacto sobre el balón, todo ello con objeto de que el jugador llegue a habituarse a accionar en pensamiento-tiempo-cero, es decir, a que accione con acierto obedeciendo a un impulso reflejo.

ANTECEDENTES DE LA INVENCIÓN En el fútbol, todas las interacciones de conocimientos, estrategias, habilidades, dificultades, aciertos y errores se compendian en un hecho sencillo : una vez en el terreno de juego y a igual fortuna, un equipo

ganador, lo es porque se anticipa a su adversario, es decir, porque juega un instante antes que él y lo hace con una precision suficiente.

La propia concepción del juego y el hecho de ser un deporte de contacto hace que, con excepción de la jugadas a balón parado, el juego se caracterice por conformarse como una continuación de instantes puntuales impredecibles en los que el factor tiempo es el elemento determinante de la acción. En estas situaciones, el jugador tiene que anticiparse a la acción de su adversario y, por consiguiente, el éxito o fracaso de su acción dependen básicamente de su capacidad de anticipación.

Esta capacidad de anticipación es, en si misma, una consecuencia de la capacidad de actuación mediante movimientos reflejos. El análisis de las diferentes acciones y sus secuencias causales evidencia que en aquellas situaciones impredecibles en las que el factor tiempo es determinante, la rapidez y la precisión se obtienen cuando las acciones se llevan a efecto mediante actos reflejos realizados sin intervención de pensamiento alguno.

Estos actos reflejos son propios de nuestra condición, es decir, cualquier cerebro sano dispone de la capacidad de percibir todos y cada uno de los sentidos, emitir instantáneamente órdenes precisas en función de lo percibido y lograr que las cumplimentemos de forma automática o lo que es lo mismo, sin previa conscienciación y por lo tanto sin intervención de pensamiento alguno. Esta secuencia automática, percibir-ordenar-ejecutar, que es realizada cuasi instantáneamente, es lo que genéricamente conocemos como reflejos.

Pues bien, a partir del razonamiento podemos concluir que lo que

diferencia al jugador que dispone de la capacidad de anticiparse, del que no la dispone, es que el primero utiliza esta capacidad en el momento de la acción, en tanto que el otro no la utiliza y esta diferencia de actuación es puramente educacional.

El jugador que no utiliza la vía de los reflejos en el momento de la acción, lo hace porque ha sido entrenado en la necesidad de ver y de saber (de llevar al plano consciente) que es cierto aquello que ha visto y, consecuentemente, a no permitirse ninguna acción en tanto que esta certificación no se ha producido, dando lugar con ello a la utilización de la secuencia causal (percibir-certificar-analizar las opciones-elegir una de ellas- ordenar-ejecutar) que conforma la acción por la vía de pensamiento. Una secuencia causal que, para que se cumpla, precisa de un tiempo del todo inexistente cuando el jugador tiene que anticiparse a la acción del otro y que, aplicada en el momento de esa acción, generalmente termina por perderse en la duda, en la determinación o en el mejor de los casos en una accon débil. Por contra, el jugador que acciona por la vía de los reflejos, dispone de esa facultad porque, por razones absolutamente colaterales (suerte en su primer o primeros partidos, perseverancia de un entrenador), ha tenido la fortuna de poder repetirse en las situaciones que los propicien y, consecuentemente, ha accedido al entrenamiento inconsciente, o lo que es lo mismo, al entrenamiento inmeditado.

El razonamiento establecido evidencia que, en los momentos puntuales en los que la rapidez y precisión son imprescindibles para anticiparse a la acción del otro, lo que diferencia a un jugador que tiene potenciados sus reflejos, del que no los posee, es que el primero dispone de la facultad de tomar decisiones en pensamiento cero, y por tanto en tiempo cero, en tanto que

el segundo se vuelve lento e impreciso porque siente la necesidad de pensar.

Además, estas dos realidades obedecen a una simple cuestión de entrenamiento ya que el jugador lento e impreciso, lo es porque ha sido inadecuadamente entrenado en la necesidad de pensar en el momento de la acción, en tanto que quien dispone de la facultad de anticiparse ha accedido a ésta, mediante el entrenamiento inconsciente.

En coherencia con los antecedentes establecidos, un proceso de entrenamiento que conduzca a una situación en la que el jugador se ve forzado a actuar en pensamiento-tiempo-cero, logrará que cualquier jugador se habitúe a accionar obedeciendo a un impulso reflejo, accediendo de este modo a la acción por instinto y, consecuentemente, a la capacidad de anticipación individual.

No se conocen actualmente sistemas y/o procedimientos de educación de los reflejos en los deportistas, concretamente en los futbolistas.

No obstante, en el Modelo de Utilidad 9702955 se describe una portería electrónica de entrenamiento prevista para afinar la puntería futbolística.

Concretamente la portería presenta la particularidad de disponer detrás de la misma unos paneles luminosos que afectan a toda la superficie de aquella, paneles que están controlados a distancia para su iluminación unitaria, de manera que antes de efectuar el lanzamiento del balón el entrenador encenderá los paneles correspondientes a una determinada zona de la portería, con el fin de que el deportista lance el balón hacia esa zona.

Dicho sistema se complementa con una red o malla que impide que el balón impacte sobre los paneles luminosos, así como con una armadura formada por largueros y travesanos que definen unos vanos, formal y

dimensionalmente coincidentes con los paneles luminosos, a través de los cuales pasará el balón antes de impactar con la red protectora. En los largueros y travesanos de esta armadura se disponen una serie de sensores que permiten determinar la zona de paso del balón para así determinar el nivel de acierto en el disparo.

Esa portería electrónica de entrenamiento, aunque cumple perfectamente su misión, únicamente permite al deportista afinar su puntería, es decir en absoluto sirve para educar los reflejos del jugador.

DESCRIPCIÓN DE LA INVENCIÓN El sistema de la invención, basándose en el tipo de portería referida con anterioridad, cuenta con medios que permiten, además de poder practicar o entrenar para afinar la puntería del jugador, mejorar los reflejos del propio jugador hasta tal punto que este sea capaz instintivamente de enviar el balón a un punto determinado, sin pensar, de forma prácticamente refleja. Así mismo, el sistema permite realizar todo el entrenamiento sin necesidad de que el entrenador este presente, ya que se apoyará en un ordenador que controlará todas las secuencias.

También presenta la ventaja de permitir llevar a cabo un estudio a posteriori, incluso estadísticamente, de los resultados del entrenamiento y evaluar así los progresos del jugador o deportista, todo ello mediante correspondientes programas de ordenador controlados por este.

Más concretamente, el sistema objeto de la invención, apoyándose en la utilización de un portería con un panel en el que están

establecidas una serie de zonas iluminables e independientes, situadas por detrás de la red, se basa fundamentalmente en dos detectores, uno de paso del jugador y otro de impacto, de manera que ambos detectores son móviles y pueden situarse con la separación que se quiera para que el primero de ellos actúe al pasar el jugador y se produzca el encendido de una de las zonas del panel luminoso, sobre el que precisamente ha de ser lanzado el balón, actuando el segundo detector en el momento del lanzamiento, o lo que es lo mismo en el momento de impactar el pie del jugador en el balón.

De esta manera, la distancia entre ambos detectores determina el tiempo que tiene el jugador para pensar antes de lanzar el balón contra la zona iluminada que se ha activado al paso del jugador por el primer detector, pudiendo reducirse este tiempo a cero, si los dos detectores se disponen juntos, en cuyo caso el jugador tendrá que ejecutar el lanzamiento de forma instantánea al de encendido de la zona sobre la que se le señala como objetivo a impactar con el balón.

Lógicamente, dichos detectores se situarán con anterioridad, es decir, frente a la portería sobre la que se ha de lanzar el balón, portería que además de la red frontal de protección del panel con las zonas iluminables, contará con los soportes apropiados para establecer mayor o menor número de zonas iluminables en el panel, por lo que el tamaño y con ello las dificultades para el jugador aumentarán cuanto mayor sea el número de zonas, puesto que éstas serán de menor tamaño.

Lo que se pretende es que mediante el entrenamiento sistematizado, el jugador progresivamente vaya reduciendo la distancia de separación entre los detectores para de este modo ir reduciendo también el

tiempo de pensamiento en el momento de la acción y, que además, este proceso se realice sujeto al principio de acierto, de tal manera que la distancia entre los detectores no deberá modificarse hasta que el jugador no haya logrado un nivel estadístico aceptable de acierto en cada situación.

Una vez cumplido este requisito en cada una de las distintas etapas del proceso de entrenamiento, el jugador llegará a un punto en el cual situará ambos detectores a la misma distancia, habiendo logrado, en esta fase del entrenamiento, desprenderse de su hábito de tener que pensar en el momento de la acción, y se habrá educado en la capacidad de actuar con precisión en pensamiento-tiempo-cero, o lo que es lo mismo, a actuar con acierto obedeciendo a un impulso reflejo.

Además, y con el objeto añadido de que durante el proceso de entrenamiento no se precise del entrenador u otra persona que supervise su correcto funcionamiento, el sistema que se propone se complementa con unas videocámaras capaces de captar en automático todo el proceso de ejecución, controlar y cuantificar, mediante un videosensor, el nivel de aciertos de todos y cada uno de los disparos con identificación del jugador que lo realice, así como almacenar todas las imágenes captadas y los resultados de cada jugador, con el fin de que posteriormente el entrenador y/o el propio jugador puedan analizar los datos para, en función de su progresión, establecer el estadio de entrenamiento que precisa.

Como se ha indicado, el sistema, además de los dos detectores fundamentales referidos, así como la portera y panel con zonas independientes de iluminación, se complementa con una cámara de television que captará la portera y la zona iluminada del panel que constituye el objetivo del disparo,

pudiéndose completar con una segunda cámara de video que permita obtener toda la perspectiva de la jugada.

También contará con medios de videosensor para determinar el grado de acierto del jugador en base al porcentaje de imagen del balón que se superponga a la imagen de la zona elegida como blanco.

Para el control y gobierno de todo ello el sistema estará dotado de un ordenador que incluye un programa de digitalización y captura de imágenes, así como del videosensor y los programas de control de todas las señales, incluidos los programas de almacenamiento y tratamiento estadístico de los resultados, todo ello de manera tal que el ordenador en cuestión controlará todas las señales de forma que no se requiera la presencia del entrenador durante la sesión de trabajo de los deportistas.

Mediante este sistema de entrenamiento el jugador puede verse conducido a una situación en la que se vea forzado a accionar en pensamiento- tiempo-cero, logrando habituarse a accionar obedeciendo a un impulso reflejo, o lo que es lo mismo accediendo a la acción por instinto.

Con independencia de que por su configuración y por los controles de que ha sido dotado el sistema, este pueda ser utilizado para afinar la puntería incluso como un medio de divertimiento, el sistema en cuestión está ideado con el objeto de que mediante el entrenamiento sistematizado cualquier jugador vaya progresivamente desprendiéndose de su hábito de acción por la vía del pensamiento, accediendo con ello a la acción por la vía de los reflejos, es decir, a la facultad de tomar decisiones correctas en pensamiento-cero y por lo tanto en tiempo-cero.

Para ello, la portera que forma parte del sistema utiliza el factor incertidumbre, puesto que cuando el jugador inicia su acción sabe que tiene que disparar a la portería, pero desconoce a que zona de la misma tiene que hacerlo y una vez en carrera hacia el balón, cuando el jugador se sitúa frente al detector de paso, se produce la iluminación de la zona de la portería a la que tiene que disparar, activándose el sistema. Como ya se ha dicho, la distancia entre el detector de paso y el balón, junto al cual se encuentra el detector de impacto, concede al jugador un tiempo para certificarse (saber) donde tiene que disparar, tiempo de certificación que en un proceso sistematizado de entrenamiento irá reduciéndolo mediante la progresiva aproximación del detector de paso a la posición del detector situado junto al balón, hasta llegar a situar ambos detectores a una distancia cero. De este modo una vez el jugador accede a ese estado de entrenamiento, será su cerebro el que actúe por reflejo, es decir instantáneamente, ya que habrá aprendido a accionar con precisión en pensamiento-tiempo-cero, o lo que es lo mismo accionar con acierto obedeciendo a un impulso reflejo.

Por otra parte, el videosensor que forma parte también del sistema de la invención, y que ha sido referido con anterioridad, destinado a cuantificar el nivel de acierto de cada uno de los disparos, permite llevar a cabo también una identificación del jugador que lo realiza, en tanto que el ordenador podrá almacenar en un disco duro las imágenes secuenciales y los resultados a efecto de que el entrenador pueda analizarlas para, en función de su progresión, establecer el estado de entrenamiento que precisa cada jugador.

Como es evidente, las dimensiones de la portería pueden ser aleatorias, en función de su utilización por niños, o adultos, así como de espacio disponible para su colocación.

De igual manera, el panel en el que están establecidas las zonas de iluminación, podrá incluir un número variable de éstas, bien formando una única alineación, bien formando dos o más alineaciones, de mayor o menor tamaño, etc., al objeto de aumentar o disminuir el grado de dificultad en el entrenamiento.

DESCRIPCIÓN DE LOS DIBUJOS Para complementar la descripción que se está realizando y con objeto de ayudar a una mejor comprensión de las características del invento, de acuerdo con un ejemplo preferente de realización práctica del mismo, se acompaña como parte integrante de dicha descripción, un juego de dibujos en donde con carácter ilustrativo y no limitativo, se ha representado lo siguiente : La figura 1.-Muestra una representación según una perspectiva general de una forma de ejecución del sistema de la invención, en donde se deja ver una portería con la red de protección, el panel posterior con algunas zonas de iluminación, así como un jugador en fase de entrenamiento y las correspondientes cámaras captadoras de las imágenes, observándose los dos detectores que forman parte fundamental del sistema, uno situado en un punto por el que ha de pasar el jugador antes de alcazar el balón, y otro situado enfrentadamente a este para captar el momento del impacto.

La figuras 2 y 3.-Muestran sendas vistas frontales esquemáticas de dos paneles con diferente número y tamaño de zonas de iluminación.

REALIZACIÓN PREFERENTE DE LA INVENCIÓN

A la vista de las figuras referidas, en el sistema de la invención interviene una portera (1), que como ya se ha dicho puede estar materializada con unas dimensiones variables, la cual cuenta con una red frontal (2) y en una zona posterior un panel (3) montado sobre un marco soporte y metálico (4), en cuyo panel están establecidas una serie de zonas (5) iluminables independientemente, como puede verse en la figura 2 y 3, de manera que esas zonas (5) pueden ser distintas en número y por supuesto en tamaños, al objeto de aumentar o disminuir las dificultades del entrenamiento. Así, en la figura 2 puede observarse una portería (1) con un panel (3) en el que están establecidas dieciséis zonas (5) iguales entre sí, mientras que en la figura 3 el panel (3) de la portera (1) comprende ocho zonas de iluminación (5), las cuales lógicamente son de mayores dimensiones que las anteriores, y cuyo aumento o disminución de dimensiones puede llevarse a cabo tanto en sentido vertical como en sentido horizontal, y ser, como se decía, distinto o variable en número de zonas de iluminación (5) que por otra parte pueden iluminarse independientemente y, de hecho, así estará previsto en el funcionamiento del sistema.

Como elementos fundamentales, el sistema de la invención incluye un detector de paso (6) y un detector de impacto (7), los cuales son elementos móviles y pueden situarse distantes entre sí, como se representa en la figura 1, con mayor o menor aproximación, e incluso alineados con el balón (8) que se encuentra a la misma altura que el detector de impactos (7).

El detector de paso (6) puede estar constituido por una barrera de infrarrojos, una fotocélula o cualquier otro element que permita determinar que el deportista (9), durante su carrera, ha pasado delante de tal detector (6), viéndose en esa figura 1 al citado deportista (9), antes de llegar al detector (6), al paso por este y al lugar donde se encuentra el balón (8) sobre el que ha de

impactar.

Por su parte, el detector de impactos (7) referido, que ocupa la posición enfrentada al balón (8), está previsto para detectar en el momento en que se produce un impacto sobre el balón (8), estando aquel situado a una distancia variable respecto del detector de paso (6), de tal manera que la separación entre ambos determina el tiempo de reacción, o lo que es lo mismo el tiempo que el jugador tiene para pensar, pudiéndose variar dependiendo del entrenamiento que se este realizando. Inicialmente, comenzará situando ambos detectores a una determinada distancia y a medida que avanza el entrenamiento se irá reduciendo su separación hasta que al final se encuentren juntos, o lo que es lo mismo, mediante separación cero, situación ésta que determinará el estado de pensamiento cero, es decir, el futbolista actuará instantáneamente y de forma refleja al impulso recibido.

El sistema se complementa con una cámara de televisión (10) que capta toda la portería (1), así como la zona iluminada (5) del panel (3) que constituirá el objetivo del disparo, y opcionalmente puede disponer de una segunda cámara de video (10') que obtiene una perspectiva de toda la jugada.

El sistema incluye igualmente un videosensor no representado en las figuras, que determinará el grado de acierto del jugador en base al porcentaje de la imagen del balón (8) que se sobreponga a la imagen de la zona (5) elegida como blanco, complementándose todo ello con un ordenador que incluye un programa de digitalización y captación de imágenes, y el videosensor y los programas de control de todo el sistema, así como programas de almacenamiento y tratamiento estadístico de los resultados.

De acuerdo con el sistema referido, la forma de trabajo o de entrenamiento es como sigue : El deportista o jugador (9) inicia la carrera hacia el balón (8), tal y como se representa en la figura 1 en tres fases de la secuencia, de manera que cuando ese jugador (9) pasa por el detector (6), el ordenador ilumina una zona (5) del panel (3) de forma que dicho jugador (9), cuando llega al detector (7), situado junto al balón (8), debe lanzar a la zona iluminada (5) que se acaba de referir. Reduciendo progresivamente la distancia entre los detectores (6) y (7) se puede conseguir que el jugador dispare el balón (8) a la zona iluminada (5) de forma prácticamente refleja, es decir sin pensar, haciéndolo de forma instantánea y refleja a la señal del panel.

Mediante este sistema, y cuando el jugador (9) es detectado por el detector de paso (6), el ordenador guarda los datos correspondientes al nombre del jugador, el número de jugada, fecha, con hora, minutos y segundos, estableciendo el programa elegido un blanco que se manifiesta como una zona (5) iluminada de la portería (1), efectuándose la digitalización y grabación de la señal por parte de las cámaras (10) y (10').

Cuando el jugador (9) alcanza el balón (8) e impacta sobre este, ello es efectuado por el detector (7), almacenándose los datos de hora, minutos y segundos.

El impacto del balón (8) sobre uno de los blancos, es decir sobre una de las zonas (5), es detectado por el videosensor, ejecutándose acciones tales como el almacenamiento de la hora, minutos y segundos, decretándose igualmente el fin de la jugada y borrándose el blanco prefijado, a la vez que se

crea un archivo que contiene el nombre del jugador, tipo de programa de entrenamiento elegido, número de jugada, tiempo transcurrido entre el inicio de la jugada y el impacto en el balón, así como tiempo transcurrido entre el impacto y el fin de la jugada, porcentaje de acierto en la jugada, así como las imágenes de ambas cámaras con toda la jugada, procediendo finalmente el sistema al rearme para la siguiente jugada.

En el caso de que el balón no impacte en el blanco o zona (5) iluminada, el sistema concede un tiempo de espera que está previamente fijado, transcurrido el cual se ejecutarán las siguientes acciones : se guarda hora, minutos y segundos, se decreta el fin de la jugada, se borra el blanco prefijado, y se crea un archivo que contiene el nombre del jugador, tipo de programa y entrenamiento elegido, así como tiempo transcurrido entre el inicio de la jugad y el impacto en el balón, anotación de acierto cero y las imágenes de ambas cámaras con toda la jugada, efectuando finalmente el rearme de todo el sistema para la siguiente jugada.

Evidentemente, se podrán establecer tantos blancos o zonas (5) como se deseen, todo ello de manera totalmente aleatoria, de acuerdo con el programa preestablecido y de acuerdo lógicamente con las apetencias de cada entrenador, pudiendo incluso dejar el programa preparado para que cada jugador elija sus propios blancos ajustados a los parámetros variables correspondientes. El sistema está concebido además para que resulte ilimitado respecto a los tiempos, así como para tenga la capacidad de almacenamiento apropiada, pudiendo ésta ser lógicamente ilimitada, pudiendo incluso establecerse medios para comprobar la velocidad aplicada al balón, la velocidad de reacción del jugador, estadística de aciertos, horas de entrenamiento, etc.