USO DEL MEBENDAZOL PARA LA ELIMINACIÓN DE LOS GUSANOS DE FUEGO EN

ACUARIOS DE ARRECIFE

Sector de la técnica

La presente invención se refiere a una composición basada en el uso del mebendazol y componentes alimenticios para la eliminación de los gusanos de fuego en acuarios de arrecife.

Estado de la técnica

Desde los años setenta la acuarofilia marina se ha convertido en un hobby bastante extendido ya en todas partes del mundo. Para poder crear un buen ecosistema que permita albergar peces ornamentales, corales y otros tipos de invertebrados hay que utilizar roca extraída del mar a la que los acuarófilos conocen como "roca viva". Es esta roca la que nos permitirá gracias a bacterias capaces de realizar el ciclo del nitrógeno crear el hábitat adecuado. Desgraciadamente estas rocas no vienen solas sino que albergan cantidad de inquilinos unos beneficiosos y otros no tanto entre los que se encuentran los gusanos de fuego pertenecientes al grupo de los poliquetos. Estos gusanos no tienen por qué ser contraproducentes al acuario si su alimentación es fundamentalmente detritívora, sin embargo en el caso de ser carnívoros podemos ver nuestro acuario seriamente afectado. Se alimentan de peces pequeños, corales, estrellas... lo que se acaba convirtiendo en un problema. A día de hoy no existe ningún producto comercializado contra estos invertebrados marinos que no ponga en peligro el resto del acuario. La única solución era intentar capturarlos, cosa difícil dada su velocidad y astucia además de poseer quetas con veneno (acículas quitinosas que en humanos son urticantes llegando a producir reacciones anafilácticas importantes tras una exposición prolongada). Se han utilizado trampas caseras (botellas agujereadas con alimento) y comercializadas pero ninguna ha surtido el efecto deseado y el alimento introducido en ellas (gambas y mejillones) aparecía parcialmente devorado.

Descripción detallada de la invención

Estos invertebrados tienen relación con otros gusanos parásitos, no solo del hombre sino también de otros animales. En el caso de los humanos ante parásitos de este tipo (nematodos, helmintos y anélidos) -grupo al que pertenecen los poliquetos- se utilizan con éxito fármacos antiparasitarios como el Mebendazol. Al pertenecer estos invertebrados a grupos muy similares se ha utilizado el Mebendazol como medio para acabar con ellos con la intención de probar que al resto de los habitantes del acuario no les ocurría nada.

La invención ha sido realizada en un acuario de arrecife de 275 I en la urna principal con 21 kg de roca viva, un sump de 100 I y un compartimento de relleno de 50 I. El acuario lleva un año en funcionamiento. Cuando el acuario empezó a madurar creándose un ecosistema adecuado comenzaron a desaparecer peces e invertebrados: Centropyge Loriculus cría, dos ejemplares de Valenciannea Sexguttata (los dos eran crías), una Lysmata Wurdermanni, Halichoeres Marginatus, Archaster Tipicus (presentaba mordeduras sobre todo en su zona central) y Fromia Monilis (apareció prácticamente comida entera) y Tridacna Máxima. Además aparecieron daños importantes en algunos de los corales: Zooanthus, Goniopora, Alveopora y Ricordea Florida. Ninguno de estos animales presentó en ningún momento síntomas de enfermedad. Todos los parámetros del acuario estaban dentro de la normalidad: amonio, nitritos, nitratos, fosfatos, calcio, magnesio, kh, densidad, temperatura, ph y redox. Todos ellos medidos con los test digitales de Hanna y sondas de ph, redox, temperatura y conductividad del Profilux previamente calibradas, a excepción de los nitratos que fueron medidos con un test colorimétrico de la marca Nyos. Tras observaciones repetidas tanto diurnas como nocturnas se dio con varios ejemplares de gusanos de fuego comprobando que al menos algunos eran carnívoros pues se les vio devorando ofiuras.

En ese momento los ejemplares del acuario eran: Zebrasoma Flavescens, pareja salvaje de Amphirion Ocellaris, pareja de Pterapogon Kauderni, cuatro Pseudoanthias Squamipinnis, Synchiropus Picturatus macho, Salaria Ramosus, Macropharyngodon Bipartitus hembra, pareja de Gomphosus Caeruleus, dos Calaustreas Hulk, Goniopora roja, Alveopora, Zooanthus de diversos tipos, Eochinopora, Seriatopora Caliendrum e Hyxtrix, Montipora Digitata naranja, Montipora Plato roja, Montipora Plato verde flúor, Seriatopora Milka, Trachifilia, Euphyllia Glabrescens, Ancora, Paradivisa y Divisa, dos Entamacea Cuadricolor rojas varias Ricordeas Floridas y Yuma, tres Strombus Luhanus, Trochus, cuatro Nasaryus australianos, Lymata Amboniensis y Lismata Wurdemanni.

Se adquirió Mebendazol 100 mg en pastillas de venta en cualquier farmacia sin necesidad de prescripción médica. En humanos con infecciones parasitarias intestinales simples la dosis habitual es única y de 100 mg, si la infección es mixta son 200 mg/dia (mañana y tarde) durante tres días, si tras tres semanas no desaparece se repite el tratamiento. En el caso de quistes hidatídicos 50 mg/kg en tres tomas durante tres meses. La dosis máxima es de 3-5 g/día. En infecciones infantiles se trata a toda la familia, en niños menores de un año la experiencia clínica es escasa.

La dosis elegida en el caso de los gusanos de fuego fue de 150 mg, tras reducir la pastilla a polvo machacándola fue mezclada con alimento para atraerlos. Se utilizó gamba y mejillón triturados que se dejaron escurrir lo máximo posible y se mezclaron 4 gr. de esta comida con el polvo obtenido de la pastilla.

Se le dio a la composición resultante forma de cubo y se congeló de manera que cada noche se cogía una loncha de unos dos o tres milímetros de grosor que posteriormente era colocada en una trampa casera (podrían valer trampas comerciales exclusivas para gusanos). La trampa tendrá un orificio que permita introducir el alimento pegándolo a su base, posteriormente este debe ser cerrado completamente. La trampa deberá tener unos agujeros lo suficientemente pequeños como para que entre el gusano e incluso salga pero que no permita bajo ningún concepto la entrada de otro inquilino del acuario: caracoles... Al meter la trampa en el acuario se la deja llenar poco a poco con agua con el fin de que no flote y lo más importante, se coloca cerca de la roca y cada día en distintos lugares pero siempre lo más cerca del lugar en el que habitan para evitar que por el olor que los atrae recorran grandes distancias que puedan hacer que si pillan a otro animal en su camino este pueda ser devorado. Esta trampa se introducía en el acuario de noche y se retiraba por la mañana lo antes posible para evitar problemas de putrefacción que pudiesen aumentar parámetros como el amonio y nitritos. Tras quitar la trampa se introduce carbón activo en el espacio para cargas filtrantes con el fin de limpiar el agua de posibles impurezas que pudiesen incluir pequeñas dosis del fármaco. Para realizar la pasta alimenticia e introducir en polvo el medicamento se puede usar también comida liofilizada para peces marinos ya comercializada usando las mismas dosis y siguiendo los mismos pasos.

La noche de la primera prueba se pudo ver con ayuda de una linterna la entrada de uno de estos gusanos en la trampa y al día siguiente apareció muerto en la arena. Se continuó haciendo lo mismo noche tras noche hasta que pasaron unos días sin verse más. Los más pequeños aparecían muertos en la arena (unos 3-4 cm aproximadamente) y los más grandes aparecían, completamente afectados, tanto en la arena como colgando de las rocas, al cogerlos con unas pinzas no ponían ningún tipo de resistencia. Esto se podría explicar por la cantidad de alimento ingerida y el peso del gusano. Ningún animal del acuario se acercó a ellos, ni si quiera las gambas que pueden ser carroñeras ni ninguno de los peces pertenecientes al grupo de los Lábridos que a veces pueden alimentarse de ellos (el problema es que los peces duermen de noche que es cuando salen los gusanos, por eso la recomendación de las tiendas de acuarofilía marina de meterlos para acabar con ellos no es efectiva, de hecho a día de hoy jamás he visto a ninguno de ellos acabar con alguno).

Desde la introducción del fármaco hasta que se dejó de usar por no ver más individuos ningún habitante del acuario resultó dañado. Tres semanas después no se ha vuelto a ver ningún gusano de fuego lo que no excluye la posibilidad de que si hay huevos puedan volver a aparecer, si esto ocurre se podría aplicar esta misma técnica. Ningún pez, coral, gamba, caracoles... resultó afectado y lo que es mejor no ha vuelto a tener daños de ningún tipo.

La única observación posterior ha sido un ligero aumento de las asterinas que seguramente eran presa también de estos gusanos. En caso de plaga por estas estrellas bastaría con introducir en el acuario la conocida como gamba arlequín (Hymenocera picta) de las que se alimenta, siempre sacando nuestras estrellas de mar como archasters, fromias... y posteriormente devolverlas al acuario sin que se nos olvide antes quitar esta gamba pues se las comería.