Campo Técnico de la Invención

El campo técnico en el que se emplea la presente invención es la medicina alternativa natural y podrá aplicarse a cualquier ser vivo en el tratamiento de cualquier enfermedad o malestar.

Antecedentes de la invención

La energía magnética es una gran fuerza en todo nuestro Universo y solo sobre la base de la constante investigación y práctica del uso de dicha energía podremos lograr nuevas herramientas en el camino hacia la recuperación íntegra de la salud.

Como en cualquier ser viviente, la resistencia del ser humano es la resultante de su propia y específica potencialidad energética, que intentara adaptar modificando su campo magnético para lograr el equilibrio.

Así las cosas, se puede decir que no hay estado de salud o enfermedad sin la intervención o participación de la corriente electromagnética de la célula, que al tener dos polos que controlan un campo magnético, se constituyen en un imán. Nuestro cuerpo está integrado por millones de pequeños imanes, que están interconectados cumpliendo distintas funciones.

La energía de la vida es el equilibrio de las energías positivas y negativas y a esto lo podemos considerar como la alineación de nuestro campo magnético. Bajo la perspectiva de que el biomagnetismo se basa en la naturaleza misma de la vida, aplicable a diversos sistemas partiendo del fluir de la energía, varios científicos han difundido el uso de la energía magnética para curar un sinfín de enfermedades o dolencias.

La energía magnética tiene un lugar predominante dentro de los estudios del biomagnetismo, pues al ser aplicada dicha energía correctamente sobre el cuerpo da alivio a un sinnúmero de dolencias. Es sabido que al enfermarnos no fluye la energía correctamente por nuestro organismo, por lo que se ha dado en llamar a esto un desequilibrio energético o sea que no fluye la energía en la proporción requerida para el buen desempeño de nuestras actividades.

Así como la tierra posee un campo magnético, que en ocasiones se ve alterado debido a explosiones solares, movimientos de la luna, tormentas eléctricas, etc., también los seres vivos cuentan con campos magnéticos que también en ocasiones se ven alterados por intoxicaciones, infecciones, traumatismos, tumores, tensiones, calidad y cantidad inadecuadas de alimentos, componentes del aire, etc.

Dicha alteración de nuestro campo magnético afecta directamente a nuestro torrente sanguíneo, lo que conlleva consecuentemente a padecer enfermedades, malestares o dolencias.

Toda vez que esto es así, lo necesario por conclusión es alinear de manera correcta nuestro campo magnético a fin de restablecer la salud.

La invención que aquí nos ocupa y que parte de los principios ya explicados, sirve precisamente, de una manera natural, sencilla y económica, para alinear nuestro campo magnético, ya que la mezcla de los elementos con que esta compuesto proporciona la energía magnética necesaria para el restablecimiento del campo magnético y del flujo de energía y por consiguiente el restablecimiento de la salud, sin importar el padecimiento o dolencia de que se trate.

Se ha comprobado que el uso regular de energía magnética produce cambios positivos tanto en la circulación de la sangre como en los fluidos internos, en el reemplazo de células dañadas y eliminación de desechos. Los campos magnéticos reducen el dolor de inflamaciones y la susceptibilidad a las infecciones.

Descripción detallada de la invención

La invención que nos ocupa, alineador de nuestro campo magnético, se compone principalmente de silicato de circonio en arena y magnetita pura mezclados y molidos en un compuesto de agua potable con sal y bentonita, éste último como aglutinante, contenidos en una pequeña bolsa de plástico para su aplicación por contacto sobre determinada parte del cuerpo dependiendo de la enfermedad, dolencia o malestar.

Propiedades y características de los componentes que integran la invención.

El Circonio (o Zirconio) es un elemento químico-metálico de número atómico 40 situado en el grupo 4 de la tabla periódica y su símbolo es Zr. Los minerales más importantes en los que se encuentra son el circón y la badeleyta. En estado puro, el circonio existe en dos formas: la forma cristalina, un metal blando, blanco y dúctil; y la forma amorfa, un polvo negro azulado. Ambas formas son insoluoles en agua. El circonio nunca se encuentra libre en la naturaleza; existe principalmente como silicato, en el mineral zircón, y como oxido, en el mineral badeleyta.

El circonio que se utiliza para la elaboración de la invención deberá ser invariablemente en su forma cristalina debido a su ductilidad.

La magnetita pura es un mineral formado principalmente por oxido ferroso férrico y contiene un alto porcentaje de hierro. Se presenta en masas densas, frágiles y de color negro. La magnetita posee propiedades magnéticas y suele aparecer en forma de granulos en casi todas las piedra ígneas, pero a veces se acumula en masas de gran tamaño.

La magnetita que se usará en el invento que nos ocupa deberá estar perfectamente bien alineada en su campo magnético, es decir, deberá coincidir con el campo magnético de la tierra y alinearse perfectamente al norte.

La bentonita que es una arcilla compuesta esencialmente por minerales del grupo de las esmectitas, usualmente cenizas volcánicas, se utiliza en el invento que nos ocupa a manera de aglutinante y a fin de mantener en suspensión uniforme las partículas de circonio y magnetita contenidas en el compuesto final, evitando que dichos elementos se asienten en la parte baja.

Mejor manera de ejecutar la invención.

El proceso que nos lleva a la obtención de la invención es el siguiente:

En primer término se obtiene un silicato de circonio de óptima calidad, debiendo estar libre de cualquier material extraño, dicho silicato de circonio se combina con la bentonita, cuidando de no aislar la energía natural del circonio, procurando siempre que la bentonita sea un coadyuvante, se añade magnetita pura perfectamente alineada cuidando que se mantenga en suspensión entre el circonio, el líquido y el material aglutinante. Dicha mezcla se pasa por un molino que servirá para pulverizar, amalgamar y homogenizar el producto. La mezcla obtenida deberá reposar 24 horas en un ambiente de temperatura entre los 100C y los 25°C. Una vez reposada la mezcla, ésta es pasada por un medidor de energía, hasta que dé el patrón exacto de energía necesario para la optimización del producto. Una vez energetizado y estandarizado el campo de energía se empaca la mezcla en bolsas de plástico.

Dependiendo del tratamiento para el que se vaya a utilizar el compuesto será el porcentaje de los elementos que lo conforman, sin embargo el compuesto óptimo será el siguiente: los porcentajes a utilizar en el compuesto que nos ocupa serán de 10% de Magnetita, 70% de Circonio y 20% de solución de bentonita disuelta en agua potable con sal al 80%.

No obstante lo anterior, resulta eficaz también utilizar los siguientes rangos:

Magnetita: del 5% al 15%, Circonio: del 60% al 80% y Solución Aglutinante: del 15% al 25%

La cantidad de compuesto en un solo empaque dependerá del peso de la persona sujeta al tratamiento. En una persona de complexión media, es decir una persona de 1.75 Mts. de alto y con un peso de 75 Kgs. deberá utilizarse un empaque conteniendo un mínimo de 600 gramos de compuesto. Propiedades de la invención.

Las propiedades de la invención son altamente curativas de cualquier enfermedad o malestar, ya que al transmitir la energía magnética contenida y alineada, el campo magnético de la persona en tratamiento se alinea debidamente satisfaciendo así las necesidades energéticas.

Gracias al circonio en combinación con la magnetita, estos elementos transmiten, por contacto corporal, la energía magnética suficiente a fin de reestablecer la salud. En contra sentido la combinación de la magnetita y el circonio hacen también un compuesto receptor de la energía negativa contenida en nuestro cuerpo, liberándonos así del malestar y/o enfermedad, sin importar la patología de que se trate.